martes, 11 de junio de 2013

¿QUIENES SON LOS AFROCOLOMBIANOS Y CUALES SON SUS COSTUMBRES PASIFICAS?

Las costumbres y tradiciones que tenían y que actualmente, algunas 
se siguen manifestando los afrodescendientes, eran bien variadas; 
tantas religiosas, sociales, familiares, agrícolas, etc. Pero como en 
todos los lugares de América, en donde llegó el africano, cada sector 
tenía su propia identidad, sus propias expresiones y manifestaciones 
culturales que hacía la diferencia con otros sectores, mezclándose con 
otras manifestaciones culturales como era la indígena. En esta zona 
no fue la excepción, dejando como legado distintas prácticas que han 
quedado en el tiempo tales como por ejemplo; 
Pascua de los Negros. 
Las festividades en el año comenzaban el 6 de enero con la 
celebración de la Epifania, más conocida aquí en esta zona como: la 
“Pascua de los Negros”, aunque no todos la celebraban, hubo familias 
que se identificaban con esta celebración. 
En el barrio Esmeralda, las familias solían festejar en comunidad; 
cuenta Rosa Guisa que antiguamente se bailaba para el niño Jesús. 
Igual cuenta que las familias afrodescendientes diseñaban las figuras 
del pesebre con greda o barro común. 
En el valle de Azapa, las familias solían reunirse a tomar chocolate y 
dulces durante ese día y se aprovechaba de desarmar el árbol de 
pascua junto al pesebre. Aunque debemos aclarar que esta tradición 
también lo hacían familias blancas, entendiendo que esta tradición 
tenia mas raíces de la misma Iglesia Católica y su relación con la 
historia bíblica, junto con al personaje afro Baltasar. 
A mi parecer, esta tradición fue tomada por la identificación que se le 
daba por relacionarse con los negros y no necesariamente originada 
por los afrodescendientes. Eso si, podemos aceptar que muchas 
familias afrodescendientes fueron poco a poco identificándose con 
dicha tradición y que hasta hoy sigue realizando, sumándose mas 
personas a celebrarla. Fiesta de Carnaval…Danza del “Tumba Carnaval”. 
En el valle de Azapa: 
Después continuaba con la fiesta de carnaval en los meses de febrero, 
en esta festividad se hacían distintas actividades. La fiesta consistía 
en diseñar un muñeco de trapo, al cual se le llama “Carnavalon”, 
acompañado de la viuda, que por lo general era un hombre disfrazado 
de mujer. Durante esta fiesta, se va visitando de familia en familia, 
jugando con harina y agua, después, por la noche solamente se 
bailaba y cantaba. Aunque se sabe que esta fiesta de carnaval no era 
algo netamente original de los afrodescendientes, existía una 
característica que lo diferenciaba con las otra celebraciones de 
carnaval de grupos indígenas, esta diferencia era el baile propio que 
se llama “TUMBA CARNAVAL” que consistía en ir al son de un bombo, 
un redoble , una quijada y una guitarra, bailando en una ronda 
compuesta por hombres y mujeres, en la cual el hombre va bailando 
detrás de la mujer coqueteándola, como tratando de conquistarla o 
seducirla, mientras que la mujer se hacia la difícil, haciéndoles muchas 
veces desprecios, bailando y cantando unos versos, algo así como 
suerte de payas o décimas, en la cual una persona cantaba dicho 
verso, y los bailarines mas los músicos, al terminar la estrofa, repetían 
algo así como canto responsorial, al finalizar, uno de ellos exclamaba 
fuerte como una forma de aviso; ¡“Tumba Carnavaaaal”!, donde ese 
grito, era un llamado para que la mujer tumbara con sus caderas al 
hombre, como en señal de que la dejara de molestar con sus 
seducciones. Dentro de los bailarines que participaban en la comparsa 
de carnaval, iban distintos personajes disfrazados (sacerdote, doctor, 
policía, abogado o escribano, etc.), como una manera de burlarse de 
ellos, ya que por lo general, en esos tiempos, estos personajes eran 
blancos. También hubieron personajes vestidos de diablos, que en su 
gran mayoría se hacían mascaras y se colocaban capas rojas para ir 
jugando en la comparsa de carnaval. La otra diferencia que tenía, era 
que al lado del carnavalon, iba la viuda, que mencionamos al principio, 
acompañada de su comadre, que resultaba ser la amante de 
carnavalon, en la que al igual que la viuda, iba llorando consolando a 
su comadre durante toda la fiesta, pero esta viuda tenia una 
particularidad, puesto que el personaje disfrazado era un hombre. Este 
hombre siempre resultaba ser el más alegre y dicharachero. Algunos de los versos que se cantaban antiguamente eran por 
ejemplo: 
Por el alto el cerroBaja don PascualCon la soga al cuelloQueriéndose ahorcar (bis)
¡Tuuumbaaa Carnaval......! 
Cantemos bailemos Sobre esta granada Hasta 
que reviente Agua colorada(bis) 
¡Tuuumbaaa Carnaval....! 
Estos carnavalesQuien lo inventaríaUn negro borrachoComo yo seria (bis)
¡Tuuumbaaa Carnaval...! 
Marido, maridoSácalo a mearQue animal tan feoVuélvelo a guardar
¡Tuuumbaaa Carnaval...! 
En este último verso podemos analizar que no solamente era el 
hombre que cantaba, sino también la mujer. Por otro lado, es 
importante aclarar que el nombre de esta danza, según lo que nos 
cuentan mas de treintas abuelos y abuelas afro, es “Tumba” y no 
tumbe como en sus inicios se difundió cuando se organizaron los 
afrodescendientes en Arica. Incluso. algunos abuelos hablan de un 
concepto mas completo como es 
“La Ronda del Tumba Carnaval”. 
La fiesta de carnaval se iniciaba el primer sábado de carnaval, día 
cuando salían a buscar a carnavalon que estaba enterrado en algún 
sector de la parcela, en la falda de un cerro o en la rivera del río. Estas 
fiestas de carnaval tenían una relación muy directa con la tierra y la 
cosecha, ya que el sentido de festejar la fiesta de carnaval en Azapa, 
particularmente era para la abundancia del agua, para una buena 
cosecha, puesto que Azapa durante toda su historia, han existido 
ciclos de sequías. Es justo en esas fechas cuando baja el río San 
José, en lo que llamamos invierno altiplánico, por lo tanto, las fiestas 
de carnaval podrían ser mucho más alegres, si es que en esa fecha 
bajaba el río. Dentro de esta tradición existía un pensamiento, 
producto de las experiencias de vida del mismo valle, que consistía en 
que la ultima esperanza que los pobladores del valle de Azapa tenían, 
para que el río San José bajara su cauce, era hasta el día 19 de 
marzo, fecha que se celebra en el calendario católico el onomástico del mismo San José, en donde podemos ahí también darnos cuenta 
sobre la influencia del catolicismo en esta comunidad. Relatan los 
abuelos que en Azapa Grande, hoy el pueblo de San Miguel, los 
pobladores sacaban en procesión a la imagen de San José, hasta 
llegar a la rivera de río del mismo nombre. 
Una de las particularidades y algo jocosas, era cuando se ponían a 
jugar con agua, harina y tizne sacado del hollín de las ollas, para luego 
echarse en la cara quedando mas negros. Cuentan también que luego 
de eso, pescaban las sandias que se producían durante esas fechas y 
se las refregaban en toda la cara, dejando una mezcla negra en el 
rostro de hollín y jugo de sandias. También podemos agregar que 
cuando bajaba el río, los hombres pescaban a las mujeres y las 
arrojaban con ropa y todo a las acequias que pasaba frente a sus 
casas en las parcelas. La fiesta de carnaval se realizaba por sector o familias, en la cual ellos 
se visitaban llevando su carnavalon jugando, bailando y cantando. A 
carnavalon se le sacaba a recorrer la parcela y sus alrededores, arriba 
de un burro y al llegar de visita a las familias o comunidades vecinas, 
lo subían al hombro para que baile y en un cierto momento, a 
enfrentarse con el otro carnavalon de la familia vecina que los recibía. 
El ultimo día de carnaval se iba a un lugar de la parcela y se enterraba 
a carnavalon con botellas de vino pintatani, para sacarlo y tomárselo el 
próximo año junto con carnavalon. Así mismo, el escribano 
aprovechaba de leer el testamento que carnavalon dejaba, el cual por 
lo general, eran herencias en doble sentido y burlescas. Por ultimo, el 
escribano comentaba lo que carnavalon había visto en todos los días 
que duraba la fiesta de carnaval, en la cual nadie se escapaba de 
algún chisme o pillada que se le hacía. Por lo general, en esas fechas 
nacían muchos romances entre mujeres y hombres. 
En el valle de Lluta: 
Prácticamente la tradición era igual que la del valle de Azapa, a 
excepción de la relación entre el río San José y la bajada del mismo 
río. Un verso que relacionaba entre estos dos valle decía algo así; 
Carnaval de azapa Carnaval de Lluta 
¿…………………? 
Jijunas gran Putaaaaaa (bis) 
¡Tuuumbaaa Carnaval...! 
Carnaval en la zona urbana de Arica: 
En Arica, específicamente en los sectores de la Chimba, Lumbanga y 
sus alrededores, las fiestas de carnaval eran muy parecidas en todas 
sus formas y expresiones tanto como; personajes, cantos, ronda 
carnaval, etc. 
Según cuentan los abuelos solían jugar con agua y hacer un muñeco 
carnavalon, que lo sacaban en burro a pasear por el sector, 
reuniéndose en la calle General Lagos, para luego ir bajando por la 
calle 21 de mayo, tocando bombos y quijadas, bailando y jugando 
carnaval con agua y harina hasta llegar a la plaza Colon. Los 
personajes también eran en su mayoría los mismos que en los valles. 
Fiesta Familiar…. Danza del Chavarí: 
Otra danza propia de esta zona, que se bailaba en fecha de carnaval y 
otras festividades más familiares, era el CHAVARI, que consistía en 
donde un hombre empezaba a zapatear, al ritmo de la percusión, con 
el objetivo de provocar a otra persona, que también era hombre, como 
una forma de mostrarse o lucirse ante las mujeres. 
Cuenta Miguel Quintana que aquellos personajes, por lo general lo 
hacían cuando la fiesta estaba en su máximo esplendor de jolgorio y 
alegría, puesto que muchas veces estos hombres, antes de bailar, 
habían tomado bastante guarapo que los hacia dar mas valentía y 
personalidad para atreverse a bailar. Luego, se tiraban al suelo y 
empezaban a golpear con las palmas, llevando el mismo ritmo del 
sonido de la percusión y el zapateo. Otro movimiento que realizaban 
las dos personas que bailaban en el suelo, eran distintas imitaciones 
de algunos animales como por ejemplo; un león, perro, culebra, etc. 
Según cuentan los más antiguos, que para tirarse a bailar al suelo, 
había que tener valor y personalidad, es por eso que siempre se bailaba el Chavari cuando habían bebido bastante Guarapo (trago 
extraído de la caña de azúcar), para así llegar a un estado de trance. 
Esta danza era acompañada de algún cajón, quijada y guitarra o en 
otras oportunidades, se improvisaba utilizando cualquier instrumento 
que haga percusión como los cajones de aceitunas, el barril, una olla, 
cucharas, platos etc. 
Si dirigimos nuestras miradas en algo mas ancestral, hacia el mismo 
continente africano, nos podemos dar cuenta que esta Danza tiene 
todas las características de los bailes que practican distintas Tribus 
Africanas, en donde tirarse al suelo, representa distintos significados 
para cada tribu, ya sea de fortaleza al transformarse en algún animal, 
sexualidad, agradecimiento a la tierra o domino de territorio. Es por 
eso que si bien nuestros bisabuelos no necesariamente eran 
conscientes sobre lo que hacían, comprendían que esto era una 
manifestación familiar que se heredaba. 
Cruz de Mayo. 
En el mes de mayo se celebraba y se siguen celebrando, las fiestas de 
las cruces. Consiste en colocar una cruz de madera en lo alto de un 
cerro, mirando hacia la parcela, para que la proteja y bendiga durante 
el año, especialmente en la cosecha. La cruz es bajada al hogar a 
principios del mes, para ser bendecida, ahí se le prepara un altar con 
una mesa y un mantel blanco, junto a sus pies, se les adorna con 
diversas frutas y verduras, que la misma parcela produce durante el 
año, tales como; caña de azúcar, aceituna, pacay, ciruela, camote, etc. 
Luego, durante los días que la cruz está en el hogar, se le canta y 
venera a la cruz, invitándose a toda la comunidad a participar en esta 
fiesta durante diez días, en algunos de los casos, antes de volver a 
subir la cruz. En esas noches, las familias reciben a las visitas con 
chocolate y dulces para compartir. 
Ya luego al décimo día, se sube la cruz al cerro por la noche y se le 
adorna a los pies del arco, donde se instala la cruz con iluminarías 
hechas en bolsas de papel de diversos colores, llegándose a formar 
una cruz, que al prender las velas, es un espectáculo visual 
maravilloso que dura casi toda la noche. Es importante aclarar, que 
según lo que dice la iglesia católica, la cruz se baja el primer día de 
mayo y se debería subir al décimo día, ahí se habla de la “novena”, pero la mayoría no lo hace, producto de que las familias del valle se 
coordinan en las fechas, para que los otros vecinos también puedan 
participar en esta fiesta. El día cuando se sube la cruz, antes de 
llevarla al cerro, el dueño de casa invita a toda su familia, amigos, 
vecinos y comunidad en general, para cenar lo que la familia prepara 
para ese día especial, como el picante de mondongo, chancho 
adobado o un chivato asado. No tiene que quedar ninguna persona sin 
haber comido, puesto que esta es una forma de agradecer por la 
cosecha que pasó y por la que vendrá. 
Ya arriba en el cerro, las personas le cantan a la cruz y a su vez, se 
comparte con distintos tragos fuertes, para bajar un poco el frío, 
cuentan los abuelos que antiguamente se les daba a los invitados el 
ya conocido guarapo, aguardiente o caliente y el pintatani. Cuentan 
igual que antiguamente se le cantaba con bombos y zampoñas, 
cuando subían al cerro a dejar la cruz. También en algunas familias 
las compañías de Morenos le bailaban a la cruz. 
Luego de haber dejado a la cruz en el cerro, y de haber festejado, 
compartiendo unos tragos, se bajaba a la fiesta en la cual, el primer 
baile que se tocaba y bailaba es la llamada cueca, como los antiguos 
le dicen, pero que si escuchamos el sonido y el ritmo, nos podemos 
dar cuenta que es una Marinera o bien llamada Zamacueca. Hoy en 
día, son pocas las familias que mantienen esta tradición. Después de 
ahí viene la fiesta, donde la alegría y los movimientos del cuerpo son 
parte de aquella celebración. Al finalizar la fiesta, por la madrugada, 
siempre un representante de la familia, pide un momento de silencio 
para agradecer a todos por estar aquí y a su vez, con un papel y un 
lápiz en la mano, les comunica a todos que para que el próximo año 
siga siendo igual o mejor que este año, debemos comprometernos con 
la cruz, invitando a los presentes a que se “pongan” con un aporte. Es 
ahí donde hombres y mujeres, ya con sus copas demás, se anotan 
ante todos los que están en la fiesta con alguna cooperación, para la 
celebración del próximo año, ya sea; un cordero, chivato, trago, papas, 
o se comprometen con diseñar la sabana santa que abraza a la cruz 
de mayo. Es importante mencionar, que algunas familias, no realizan 
esta parte de la fiesta, ya que son ellos mismos los que corren con 
todos los gastos, pero hoy en día, podemos ver que la mayoría de las 
familias realizan este tipo de acción, donde se demuestra el sentido 
colectivo y comunitario. Esta tradición define claramente la diferencia entre otras comunidades étnicas, como puede ser los indígenas, ya 
que en esta acción, el aspecto colectivo comunitario es muy 
importante con respecto a la integración de la familia y la mantención 
de aquella tradición. 
En esta festividad se destacaban “los cantores de cruz”, hombres afro 
que recorrían el valle cantándole a la cruz de Mayo, en el cual, la gran 
mayoría de las familias tenían sus propios cantores en esos tiempos. 
Algunos cantores destacados en esas épocas podríamos mencionar 
algunos como; Manuel Siles, Agapito Estoraica, Manuel Corvacho, 
Pablo Palza , etc. Hoy en día son pocos los herederos de este 
importante personaje. Estos personajes son importantes en la 
festividad, hoy en día, lamentablemente cada vez son pocos los 
cantores de cruz. Al subir la cruz al cerro, los cantores le cantan con el 
saludo y al bajar, son ellos los primeros que van bajando cantando los 
cantos de despedida y que tiene una particularidad, que es que al 
bajar desde el cerro, se baja mirando a la cruz, o sea, no dándole la 
espalda a la cruz y a su vez se la va cantando. 
La cruz de mayo es uno de los sincretismos que existe hoy en día 
entre las costumbres ancestrales africanas y las impuestas por la 
iglesia católica. La cruz de mayo era y sigue siendo el espacio donde 
las familias se reúnen, donde a su vez se le agradece por la buena 
cosecha y por el bien común de toda la familia. 
A esta fiesta todos pueden asistir ya que según la tradición; “A la cruz 
no se invita”, sino que el dueño de casa o la familia, debe tener 
preparado mucha comida y trago para los que desean asistir, en otras 
palabras a la cruz no se le puede negar a ninguna persona que quiera 
participar. En el caso particular de algunas familias afrodescendientes en Azapa, 
como son actualmente las familias Ríos y algunos Baluarte, ellos 
esperaban la noche de San Juan para subir la Cruz, que es el 23 de 
junio o al sábado siguiente mas cercano a esa fecha. 
Si analizamos esta tradición, podemos ver que en algunas familias, 
esta tradición traspasaba la fe católica, impuesta por los españoles, ya 
que en el caso especifico de mi bisabuelo; Juan Ríos Albarracín, el 
subía y festejaba la cruz de mayo con mucha fe hacia esta tradición, 
pero no creía en Dios; cuenta mi abuela, Francisca Ríos, hija de Juan 
Ríos Albarracín, que para viernes santo, su padre solía matar 
chanchos y no respetaba ese día de recogimiento. A esto podemos 
agregar que mi bisabuelo subía y celebraba la cruz de mayo para la 
fiesta de San Juan. Entonces, podemos reflexionar que la tradición de 
la cruz de mayo no necesariamente se veía como una tradición 
católica, es muy probable que Juan Ríos veía esta tradición como algo 
mas ancestral que a lo mejor, no venia necesariamente de esta tierra. 
A continuación presento algunos fragmentos de los versos que se le 
canta a la cruz de mayo, por medio de sus cantores de cruz, y que 
hasta hoy las familias afrodescendientes han tratado de mantener esta 
tradición sin alterar ninguna otra practica, sino que la mas original y 
fidedigna posible, puesto que muchas de las familias reconocen que 
siempre están en riesgo de que personas externas quieran incorporar 
otros elementos que no son propios de esta tradición. 
VERSOS DE SALUDO 
Buenas noches cruz divinaBuenas noches cruz 
del cieloHoy te vengo a saludarteCon mi más 
profundo anhelo
Coro 
Alabado sea el santísimoSacramento de 
lealtadY la virgen concedidaSin pecado 
original
Esta doy por despedidala que dió Cristo en 
BelénDistinguiendo a tres personasJesús, 
María y José. VERSOS DE DESPEDIDA 
(cuando bajan Del cerro) 
Adiós santíssima cruz,adiós madre mia 
adiósYo me voy con la esperanzade volver 
sino me muero. 
Coro Gracias a Dios, gracias a DiosY a la madre de Dios y 
a la madre de Dios
Esta doy por despedidala que dió Cristo en 
BelénDistinguiendo a tres personas Jesús, 
María y José. 
Fiesta de San Juan. 
En el mes de junio se realizaba la fiesta de San Juan, en las cuales 
varias familias celebraban esta festividad. Es importante destacar que 
en la gran mayoría de las familias afrodescendientes, existían 
personas con este nombre, sobre todos los hijos mayores de la familia. 
Un día antes, al atardecer las familias esperaban la media noche con 
fogatas y cantos. Algunas esperaban esa fecha para subir la cruz de 
Mayo por que el dueño de casa se llamaba Juan, es el caso de la 
familia Ríos Sánchez del Km. seis, quien tenía como jefe de hogar a 
Juan Ríos Albarracín. 
La Raima. 
Según cuentan los documentos historicos, que se han encontrado 
sobre algunas haciendas de Azapa, la cosecha de aceituna a principio 
del siglo XVII hasta mediados del XVIII, su nombre era simplemente 
“cosecha”, donde la forma de cosechar la aceituna era a golpes y 
azotes en el tronco para que caiga su fruto, a la que denominamos 
aceituna. Esta técnica era simplemente de esa forma, ya que el fruto 
que se extraía del árbol era con el propósito de enviarlos a las 
molineras para extraer su aceite, lo que no era tan perjudicioso al caer 
y golpearse en el suelo. 
Luego, a medida que pasaba el tiempo, fue apareciendo el olivo comestible, ahí se hacía necesario cosechar con una escalera junto 
con una “comba”, como se le domina hasta hoy al canasto donde se 
echa la aceituna. Si miramos en zonas del sur del Perú donde se 
produce el olivo, podemos darnos cuenta que se le llama canasto o 
canastillo, de la misma forma que se le denomina en la zona del 
Huasco, en la tercera región de nuestro país. Los términos “mb”, por lo 
general provienen de idiomas africanos, que son de la región del 
antiguo reino Kongo como es el Limbundu. Por lo tanto, podemos 
pensar que la palabra “comba”, puede ser un término africano, que 
tiene relación con el canasto o recipiente donde se hecha la aceituna o 
el algodón. Hoy en día, la comba ha cambiado su estructura material y 
de forma, hoy está hecha de lata de aluminio en forma cuadrada. 
En este tipo de cosecha, según cuentan nuestros abuelos, hay toda 
una tradición hereditaria cultural de los afrodescendientes, que fue 
formándose poco a poco, a medida que pasaban los años. En esta 
actividad no solamente se cosechaba, sino que también se vivían 
momentos de alegrías, anécdotas, leyendas, etc. Desde tomar la 
escalera por la mañana, equilibrándolas con sus brazos para 
trasladarla de un árbol a otro árbol, ha tomar los cajones o bandejas 
vacías para ser llenadas y cargarlas por las tardes hacia las bodegas 
de aceitunas, pasando durante el día por un sin fin de momentos 
alegres, de conversaciones, burlas, cantos y juegos. 
Una de las tradiciones de La Raima, era la finalización de la cosecha 
llamado; “Manteo” que el Amo o el patrón lo realizaba, como en señal 
de alegría y agradecimiento, viéndose como una tradición obligatoria 
que hasta hoy, los actuales agricultores, que han llegado a trabajar a 
estas tierras, han tenido que adoptar y aceptar estas costumbres 
ancestrales. 
El manteo antiguamente se realizaba debajo del último olivo que se 
cosechaba. Ahí se colocaba en la poza del olivo una manta, para 
luego traer el chivato, el chancho o el cordero asado, junto con la 
guitarra que alguno de los raimadores, solían traer para amenizar el fin 
de cosecha, acompañado de los mismos cajones, que servían como 
percusión, y en algunas ocasiones, acompañados del guarapo, trago 
extraído del jugo de la caña de azúcar. . Fiesta Patronal del Valle de Azapa. 
En lo religioso, podemos destacar la fiesta del Patrono del Valle, “San 
Miguel”, el era y sigue siendo el protector de este valle, según cuentan 
los antiguos, cuando había sequía en Azapa, la comunidad se 
encomendaba a San Miguel, realizando procesiones, hasta la ladera 
del Río San José, para rogarle que bajara su caudal y terminara con 
esta sequedad. Esta festividad se realiza en el mes de septiembre, en 
tiempos pasados, según cuentan los mas antiguos, estas fiestas eran 
muy alegres, servia de integración entre todos los habitantes, la 
celebración duraba una semana, eran días feriados, nadie trabajaba, 
finalizaba el día 29 de septiembre con una misa, en la cual se llenaba 
la Iglesia del pueblo y luego se realizaba una procesión por las calles, 
cantándole al Santo Patrono, en ese momento, por lo general los 
mismos cantores de Cruz entonaban su canción. 
Paralelo a esta festividad, a las afueras de la iglesia del pueblo, se 
instalaban diversas ramadas que ofrecían comidas para todas las 
personas que iban a visitar al santo patrono. Con el tiempo esta fiesta 
fue creciendo mucho mas, mezclándose, y a su vez confundiéndose, 
con la tradición chilena que se quiso imponer como era y es el “18 
chico”, como una estrategia más de chilenizar y a su vez ocultar 
algunas tradiciones antiguas de esta zona. Entonces, podemos 
concluir que lo que hoy día se celebra en el pueblo de San Miguel, 
llamado “Ramadas del 18 chico”, es producto de las ramadas que se 
hacían en tiempos de la festividad del santo patrono de San Miguel. 
Una de las familias mas devotas y encargadas desde mucho tiempo 
de la fiesta de San Miguel, era y siguen siendo los Baluarte, familia 
que geográfica e históricamente han estado ubicadas en el sector de 
Azapa Grande, actual pueblo de San Miguel. Cuentan los más 
antiguos de esta familia, que San Miguelito antiguamente tenía; sus 
alas, espada, balanza y corona, todas ellas de plata, pero que durante 
y después de la chilenización, se fueron perdiendo poco a poco. 
San Miguelito ha sido uno de los personajes más importantes en la fe 
de las vidas familiares de los afrodescendientes del valle de Azapa, 
junto con la virgen de las Peñas y San Martín de Porres. Cuenta 
Domingo Baluarte, personaje de mas de setenta años de edad y actual alférez o encargado de la Parroquia de San Miguel, y en especial del 
santo patrono, que en el tiempo cuando se inicia la época del terror, 
llamada chilenización, su familia excavó un hoyo grande para ocultar a 
la imagen del santo patrono y luego arrancaron ellos al Perú, producto 
que sus vidas estaban en peligro. A los años después, cuando se 
calma toda esta persecución de familias afrodescendientes y que en 
ese entonces eran peruanas, vuelven al valle y desentierran a San 
Miguelito, para volverlo a colocar en la Iglesia del pueblo. Los años 
exactos no lo explica don Domingo, pero podemos calcular que fue 
entre los años 1900 a 1930. 
Al volver la calma en el valle de Azapa, se vuelve a instalar la imagen 
del santo patrono, con todos sus accesorios tales como; la espada, la 
corona, la balanza y sus alas. Lamentablemente, en esos tiempos la 
Iglesia católica fue intervenida por la Iglesia cástrense en la cual, las 
familias del lugar no tu vieron mucha participación, llegándose a 
perder, o mas bien, ultrajar todos aquellos accesorios de plata. 
Gallos de pelea. 
Otra tradición importante que es muy representativa en el valle de 
Azapa y en el resto de las América de la comunidad negra o afro, son 
las peleas de Gallo, donde este animal es parte de la ancestralidad y 
espiritualidad africana, dentro de las comunidades o tribus, aunque 
debemos especificar que las “peleas” de gallos tiene su origen en 
Asia. Aquí en América, el europeo colonialista, aprovechó la 
oportunidad de ocupar a los esclavos, para que utilicen a los gallos ha 
practicar este tipo de costumbre, poco a poco empiezan en apropiarse 
de este, como un deporte de apuestas y comercio donde el africano 
esclavo y luego sus descendientes, empiezan a encargarse de criar y 
entrenar a los gallos. 
En Azapa, las familias afrodescendientes son parte de esta herencia 
ancestral, cada familia tenía y tiene actualmente, algún hombre que se 
especializaba en la crianza y preparación de gallos de peleas. Cada 
familia tenía su propio coliseo de gallos, donde llegaban “galleros”, 
como se les llamaba y siguen llamando, de todo el valle y otros de las 
zonas de Tacna y sus alrededores. 
Cuentan los mas antiguos, que eran unas verdaderas fiestas, que si bien, se competía y se compite hasta hoy por dinero a través de las 
apuestas, los preparadores y criadores de gallos afrodescendientes, 
veían esta práctica como el prestigio de su clan familiar, que marcaba 
ciertos territorios en el valle. En conclusión, las peleas de gallos 
antiguamente tenían un componente ancestral hereditario, pero que 
lamentablemente hoy se ha ido perdiendo y que también cuesta 
mucho entenderse por el resto de la sociedad. 
Virgen de las Peñas Uno de los fervores cristianos más antiguos que 
tenían y que actualmente sus descendientes la han continuado, es la 
devoción a la Virgen de Las Peñas o también conocida como “La 
Chinita”, en donde la gran mayoría de las familias morenas o 
afrodescendientes de Arica, participaban. 
Según cuenta la historia local, la imagen de la virgen fue encontrada en la peña de un gran roquerío a orillas del río por unos pastores del 
sector llamado Livilcar, el cual al descubrirla, bajaron hacia la 
comunidad más cercana para avisar sobre dicha aparición. Esta 
comunidad mas cercana era el valle de Azapa, que en esos tiempos 
más del 90% de la población era negra y por ende, podemos definir 
que los primeros y más antiguos peregrinos y devotos de la virgen de 
las peñas fueron y son los y las afrodescendientes. 
Hermanas Francisca y Alejandrina Ríos Sánchez juntoa la imagen de la Virgen de Las 
Peñas
De esa reflexión podemos fundamentar, a través de los bailes 
religiosos o cofradías, que las compañías de danzas mas antiguas de 
esta fiesta son; las de los “Morenos” o “Baile Pituco”. Esta danza es 
muy elegante que va al ritmo de unos tambores y matracas, en la cual 
van creando un sonido, parecido al de arrastrar las cadenas en 
tiempos de esclavitud, junto a ellos, iba bailando un personaje vestido 
de Diablo, el cual tenia como rol, poder tentar a los fieles bailarines 
que saludaban a la virgen y a su vez, poder ordenar la fila del baile, 
claro que no entraba al templo, y si lo hacía, se tenia que sacar la 
máscara para saludar a la Virgen. Cuentan los más antiguos devotos, 
que este diablo pasaba bailando por el pueblo, con su trinche robando 
las sopaipillas o picarones que se vendían. Hoy en día este personaje 
antiguo del baile de Los Morenos ha desaparecido, por la orden de un 
sacerdote hace algunas décadas, que prohibió la presencia del Diablo 
en Las Peñas. El baile de Morenos es también propio de esta cultura 
negra de la zona, donde podemos destacar hoy en día distintas 
compañías antiguas de morenos que fueron impulsadas y a su vez, 
representaba a sus familias como son ; Compañía de Moremos Hijos de Azapa antiguamente llamada compañía Andrés Baluarte, Los 
Marconi, Sacramento, entre otras. También podemos demostrar la 
antigüedad de los primeros devotos, a través de las compañías de 
baile, puesto que desde la primera a octava compañía mas antigua, 
son danzas de morenos. 
Esta tradición es una demostración de la espiritualidad unido al 
catolicismo que nuestros ancestros, que llegaron a esta tierra, tomaron 
como parte de una forma de vida y creencias locales y ancestrales. 
Personaje del Diablo junto a Marcos Butron Gallardo. 
Algunos de sus cantos por ejemplo son: 
Entonando el cantarY la armonía de mí danzarEl valle me acuno como MorenoSoy 
bailarín.
Y así mis ancestrosPor largo tiempo vieron venirLeyenda y tradición;Como moreno 
y bailarín.
Partí de Azapa el peregrinarDel paradero cruce Ausipar;Por largos años con los 
abuelosHoy vengo solo, hoy Moreno soy...
Libro de cantos Morenos Hijos de Azapa. Antiguamente, la danza de Morenos lo bailaban puros hombres, su 
vestimenta era de color azul marino y en algunos casos de pantalón 
blanco, específicamente cuando bailaba “El Pisa Pisa”. El tipo de 
coreografía de este baile anexo, consistía en representar y expresar la 
cosecha de la uva, las distintas acciones que se realizaba en el 
momento de la cosecha, como era; el moler la uva con sus propios 
pies y que conjuntamente iban cantando versos alusivos al vino. 
Isaac Baluarte junto a sus hijos hace 40 años atrás. 
Recordemos que antiguamente en el siglo XVII se producía vino en el 
valle de Azapa, al igual que en el valle de Codpa, que por lo general, 
eran los esclavos que pisaban la uva en tiempos de cosecha. 
Algunos de los versos que se cantaban en este baile eran; 
Pisen Pisen compañerosTodos llenos de alegríaSacaremos rico vinoDe la viña de 
Maria
Tiendan tiendan sus pañuelosTiendan todos por igualQue ya estamos muy 
borrachosY no podemos pisar.Cristo o Señor de Locumba 
Otra devoción religiosa, que antiguamente practicaban y que hoy en 
día se ha ido poco a poco desapareciendo, es el fervor al “Señor de 
Locumba”, en el pueblo del mismo nombre del valle de Sama a treinta 
Km. de la ciudad de Tacna-Perú. Esta devoción al cristo, es muy 
parecida a la que tienen los afrodescendientes de Lima-Perú por “El 
Señor de Los Milagros”. Solo basta con entrar a cualquier hogar de 
familias afrodescendientes y nos daremos cuenta que en algún lugar 
de la casa, está la imagen del “Cristo de Locumba”, pegada en la 
pared o en una mesita preparada como altar, junto a otras imágenes 
como; la virgen de la peñas, san Martín de Porres, etc. 
En esta fiesta también le bailaban Los Morenos de Arica y Tacna, ya 
que no solamente existían y existen compañías de Morenos en Arica, 
sino que también en Tacna también, específicamente en el valle de 
Sama y que si nos fijamos, son las mismas familias de Azapa que por 
consecuencia de la chilenización, tuvieron que arrancar a la zona 
peruana. 
SAN JOSE Y EL RIO. 
En la Iglesia de San Miguel, todavía podemos apreciar la imagen de 
San José Obrero, nombre que lleva el mismo río que baja por el valle desde la cordillera, hasta la costa, en donde durante casi todo el año, 
desde el kilómetro cuarenta aproximadamente, permanece seco, 
siendo solamente su crecida y bajada para el resto del valle, en los 
meses de verano, en el llamado invierno altiplánico. 
Este santo, según cuentan los abuelos, era para pedirle que pueda 
llover al interior en la precordillera, para que así, pueda bajar el río san 
José, pudiendo llenar las napas subterráneas del valle, puesto que la 
agricultura de Azapa depende mucho de los pozos o norias y 
vertientes que existían antes. 
Azapa siempre se ha caracterizado por sus ciclos de sequías, que he 
tenido durante su historia agrícola, no es casualidad ni tampoco 
solamente estrategia comercial, el sustituto de diversos productos 
agrícolas a lo largo del tiempo como fueron; la vid, la caña de azúcar, 
el algodón y otros. Las sequías que han azotado el valle han sido una 
de las consecuencias de que hoy en día no se producen aquellos 
productos. 
Es por esta razón, que pedirles a los santos como; San Miguel, La 
Virgen de Las peñas y especialmente a San José, era muy importante 
y una de las instancias de la fe cristiana más representativa. Cuentan 
los abuelos que antiguamente todos los 19 de marzo, día del 
onomástico de aquel santo, solían realizar una misa y se sacaban a la 
imagen de San José en procesión y cantos por el pueblo de San 
Miguel, antiguamente llamado Azapa Grande. Pero cuando había años 
de sequías y el río no bajaba, la procesión era hasta el mismo río que 
estaba distante casi un kilómetro de la iglesia, con el objetivo de 
rogarle con más fe para que bajara el caudal del San José. San Martín de Porres. 
Fue el primer santo negro de América y es el patrón universal de la 
paz. Ejerció el oficio de barbero, destacando su abnegación por los 
más necesitados y en su amor a los animales. Aunque frecuentaba a 
la población negra, nunca planteó reivindicaciones sociales ni 
políticas; se dedicó únicamente a practicar la caridad, que hizo 
extensiva a otros grupos étnicos. Según los documentos y algunos 
relatos orales en el Perú, se dice que San Martín de Porres, tenía un 
don ancestral hereditario, ya que las distintas curaciones naturales que 
realizaba en las comunidades, eran en contra a las prácticas y 
pensamientos de la Iglesia en ese entonces. 
Aquí en esta zona, para las familias afrodescendientes, San Martín es 
uno más de las devociones que se tenía, de la misma forma que a la 
virgen de las Peñas, San Miguel, San José y el Señor de Locumba. 
Muchos abuelos y abuelas afrodescendientes siguen creyendo y lo 
tienen hasta hoy en sus altares familiares, dentro de sus hogares, 
alguna foto o imagen pequeña de aquel santo afro. Por lo general, en 
los altares donde tienen la virgen de las Peñas, está la imagen de San 
Martín. En el caso de la familia Baluarte, los hermanos Isaac y Domingo 
Baluarte, tienen dentro de su parcela una gruta de San Martín. 
Cuentan los abuelos que esta creencia fue heredada por sus padres, 
lamentablemente, el proceso de chilenización no solamente fue 
dirigida, desde los organismos gubernamentales; la iglesia castrense 
también fue clave en el proceso de chilenizar en la cual, este santo 
peruano, podría ser una imagen que mantendría algún sentimiento 
patriota de los ciudadanos ariqueños, especialmente los de las misma 
etnia de San Martín. Lo interesante es que hasta hoy la imagen de 
San Martín de Porres, todavía se mantiene en la parroquia de San 
Miguel de Azapa y en los corazones de muchos afrodescendientes. 
EN EL VALLE DE LLUTA 
Como ya mencionamos, antiguamente, en este valle, específicamente 
el pueblo de Molino, fue lugar de comercio de esclavos principalmente. 
También tuvo la misma actividad que se realizaba en el valle de 
Azapa, cosechándose; algodón, caña de azúcar, hortalizas y ganado, 
a excepción del olivo. 
El comercio de negros siempre estuvo favorecido por leyes de 
excepciones tributarias, facilitando así el tráfico permanente de 
negrostraídos del África. Los criaderos de esclavos en este valle 
adquirieron un especial desarrollo económico para los dueños de los 
criaderos. Algunos de aquellos comerciantes fueron; el Maestre de 
Campo don Francisco Yánez, el Alférez don Ambrosio Sánchez, el 
Gobernador don Pedro Sabarburu y don Luís Carrasco, como nos 
cuenta el escritor Wormald Cruz y la historiadora Viviana Briones. 
La población afro en este valle, en el año 1871, fue de 400 habitantes 
aproximadamente de un total de 1230. 
Los que habitaban este valle, tenían mucho contacto con el valle de 
Sama en Tacna, es así que muchos de los que habitaban, transitaban 
frecuentemente el valle vecino, en busca de trabajo o también de 
refugio por algún tiempo, especialmente en el periodo de 1900 a 1929 
época del plebiscito. Hoy en la actualidad, la presencia de afrodescendientes en este valle 
es muy escasa, solamente se puede apreciar cuando uno va por este 
estrecho valle, a la altura del Km. veinte, podemos encontrarnos con la 
señora Marina, de la familia de los Jiménez Chamorro y un poco mas 
arriba pasando el pueblo de Pocon Chile, nos podemos encontrar con 
una familia afrodescendientes del valle de Azapa, como son los 
Huertas Corvacho. Las otras familias antiguas han ido vendiendo poco 
a poco, para establecerse en la ciudad, por distintos motivos; 
económicos, distancia, oportunidades, etc. 
Las costumbres y tradiciones que se realizaban en este Valle, eran en 
su mayoría las mismas que las del Valle de Azapa; carnaval, cruz de 
mayo, san Juan, etc. Agregando, o más bien, diferenciando la fiesta 
patronal del pueblo de Pocon Chile que es San Jerónimo. 
La iglesia de Pocon Chile es una de las más antiguas de la región de 
tiempos coloniales, en esta iglesia se han encontrado documentos de 
bautizos a esclavos y esclavas, muestras que evidencian la cantidad 
de personas esclavizadas que ingresaron a este valle. 
EN EL VALLE DE CAMARONES, CODPA. 
El valle de Codpa, también tuvo y tiene actualmente una cantidad 
considerable de población afrodescendientes, si bien no hemos tenido 
la posibilidad de investigar mas profundamente a este valle y pueblo, 
podemos darnos cuenta, por medio de los relatos orales de nuestros abuelos, cuando mencionan a la fiesta de la virgen de las peñas, 
puesto que las mulas y burros son llevadas hasta esta quebrada del 
valle de Azapa, para cargar las provisiones que se llevaban hacia el 
pueblo. De igual forma, cuentan los abuelos que se esperaba con 
mucha expectación la aparecida de lo alto de un cerro, a los arrieros 
que venían desde Codpa, ya que traían el rico trago “Pintatani”, 
nombre al vino que hasta hoy se sigue produciendo en aquel valle. 
Otro elemento que podemos familiarizar con la cultura afro, es la 
relación que tenían las familias de Azapa con las de Codpa y 
Camarones como son el caso de; los Zavala, Ríos, Albarracín, Butron 
entre otros. 
De igual forma, el baile de morenos “Hijos de Codpa”, también refleja 
la presencia de los afrodescendientes. Esta cofradía de morenos, le 
baila a actualmente a la virgen de las peñas y a su santo patrono San 
Martín de Tour. En la misma línea, este baile también danzan el pisa 
pisa en la fiesta de las peñas. 
Por otro lado, Codpa tiene la tradición de la fiesta de la Vendimia, que 
es la cosecha de la uva, donde se realiza el famoso y conocido; “pisapisa”, que consiste; en pisar la uva para extraer el jugo y luego 
convertirla en el vino que se le llama Pintatani. En esta acción del pisapisa, existe una frase que se realiza, cuando se recrea durante esta 
fiesta, donde los hombres que pisan la uva dicen; ¡walala patrón, 
walala! que al observar, el patrón les debe dar algo para la sed. Si 
analizamos esta palabra, nos daremos cuenta que no tiene relación 
con el idioma aymara o quechua, pero si revisamos las lenguas 
africanas, podemos darnos cuenta que walala significa buenos días o 
como está. 
Por otro lado, si nos damos cuenta para las fiestas de carnaval, los 
pobladores también cuentan que bailaban el “Tumba Carnaval”, donde 
igualmente se pegaban de caderazos tratando de tumbarse el uno al 
otro. 
VALLE DE SAMA Sama esta ubicado en la provincia de Tacna – Perú, a cuarenta 
minutos de la ciudad, es un valle extenso con las mismas 
características de nuestros valles de Azapa y LLuta. Su fuente de 
ingresos es la agricultura de hortalizas y el ganado. 
En este lugar, no solo se nos puede sentir familiar por la apariencia 
geográfica a nuestros valles, sino también por las personas que lo 
habitan, que en su mayoría son de descendencia afro. 
Como mencioné anteriormente, en el periodo del plebiscito, muchas 
personas y familias enteras, llegaron a este valle, huyendo de las 
persecuciones, amenazas y presiones que sufrían por parte de la 
policía chilena, especialmente los que fenotipicamente demostraban 
sus rasgos afro, para que se vayan de Arica, tanto de las zonas 
urbanas como de las rurales, puesto que consideraban que si se 
quedaban para las fechas en donde se realizaría el plebiscito, en el 
que se decidiría la administración de Arica y pasar a ser 
definitivamente territorio chileno, ellos elegirían seguir siendo 
peruanos. 
Cuando uno llega a Sama, se encuentra con muchas familias 
afrodescendientes con los mismos apellidos tales como; Baluarte, 
Ríos, Corvacho, Cornejo, Zavala, Siles y otros mas e incluso nombres 
y personajes, que aquí podemos encontrar como son; Andrés 
Corvacho, Juan Corvacho, Juan Ríos ,etc.. 
La presencia mas marcada que existe de los afrodescendientes, es 
principalmente en un pueblo llamado “LA YARA”, ubicado en la 
planicie de un pequeño cerro que nace y divide, en forma paralela, al 
valle en dos partes. Según antiguos habitantes, este pueblo fue 
fundado hace mas de 80 años, por dos familias afro de apellido Zavala 
y Cornejo, que llegaron desde Arica arrancando de la policía chilena, 
en busca de una nueva vida tranquila, libre de presiones y amenazas. 
En este pueblo encontraremos personas mayores de 80 años que 
tienen una relación directa con Arica, ya que todos ellos llegaron 
cuando tenían entre 4 a 8 años de edad (1923-1929). 
Cuando uno conversa con alguno de ellos, es inevitable compararlo 
con alguien familiar o conocido que vive en Arica o en los Valles, y a 
medida que vas conversando, te vas dando cuenta que tenemos una 
relación muy directa, por que cuando le preguntas si sabe algo de Arica, ellos te responden: “mi abuelo (a) tenia terrenos en el valle de 
Azapa y los perdió por que tuvo que arrancar o si no lo iban a matar”. 
Pero no todos sus familiares vinieron con ellos, hubo algunos que se 
quedaron y nunca mas supieron de ellos, no todos perdieron contacto 
con sus parientes, existen algunas familias que siguen teniendo 
relaciones familiares con aquellos, como por mencionar; la familia 
Baluarte, Alfaro, Cornejo, Corvacho y los Zegarra. 
En el pueblo de La Yara, podemos encontrarnos con una abuelita afro 
llamada Rebeca Ríos Baluarte, tiene 87 años de edad, entrevistada el 
año 2003, la menciono por que me impresionó mucho lo que me 
relató, cuando ella tenia 7 años de edad aproximadamente y vivía en 
Azapa. Es increíble la capacidad de memoria que tiene cuando narra 
una etapa de su vida que nunca olvidará y me gustaría transmitírselas: 
“Tenia 7 años ,vivíamos en el sector de Azapa grande (actual terrenos 
de la familia Baluarte) , me acuerdo que estábamos a punto de irnos 
de Azapa hacia Sama, puesto que la policía chilena nos había ya 
advertido de abandonar Arica, pero justo cuando nos íbamos, venían 
llegando la policía a caballo. Me acuerdo que mi madre me dice; 
¡escondámonos!, nos acercamos a un platanal para refugiarnos, por 
miedo a que la policía chilena nos hiciera algo malo. Mi madre me 
dice, ¡reza, reza, reza! para que no los pillen, rézale a la virgen de las 
peñas (en ese momento empieza a salirle lagrimas de nostalgia y 
tristeza), así es que nos pusimos a rezar arrodillados en silencio, 
rézale a la virgen y san miguelito, me decía mi mamita. Hasta que por 
fin se fueron y ahí emprendimos nuestro viaje en burro hacia Sama y 
desde ese tiempo, nunca mas supe de ningún familiar, solamente de 
mi tía que vive en Azapa, Agustina Bravo”.(La Señora Rebeca falleció 
en el mes de mayo de 2004, Q.E.P.D). 
Las tradiciones de los habitantes del valle de Sama, eran las mismas 
que tenían los de Azapa y Lluta, tales como: Fiesta de Carnaval, La 
Virgen del Rosario Las Peñas, Cruz de Mayo, Fiesta de San Juan, San 
Martín de Porres, las peleas de Gallo y por supuesto, el Señor de 
Locumba. 
Actualmente se celebra la fiesta de la Virgen del Rosario o Virgen de 
Las Peñas, específicamente en los pueblos de La Yara, Buenavista y 
Miraflores. Esta celebración es una fiel prueba de cómo el habitante afrodescendiente del valle de Azapa, que arrancó a estos lados en 
tiempos de la época plebiscitaria, no solamente vino a estas tierras 
con lo puesto y algunas cosas materiales, sino que también se trajo 
consigo las diversas costumbres y tradiciones, que en Azapa 
practicaba, ya que los habitantes de estos pueblos, celebran dicha 
festividad, que es propia de la zona de Arica. Fue en ese instante 
donde me formulé esta interrogante, del porqué el nombre de Las 
Peñas, sabiendo que este nombre solamente lo lleva La Virgen que 
está ubicada en una Roca al interior del Valle de Azapa y que de ahí 
deriva su nombre (Peña). 
Investigando mas a fondo, conversé con personas afro mayores de 
ochenta años, en donde me comentaron que las familias que llegaron 
a estos lugares, trajeron sus tradiciones y formas de vida, siendo una 
de ellas, la devoción a la Virgen de Las Peñas. Según ellos explicaron, 
sus familias viajaban todos los años desde Sama hasta Azapa a 
saludar a la virgen, junto con su compañía de baile de Morenos. Antes 
de llegar a Las Peñas, acostumbraban pasar a saludar al Santo 
Patrono del Valle de Azapa, San Miguel, ubicado en el pueblo de 
Azapa Grande (actual pueblo que lleva el nombre del mismo santo) y 
después continuaban su peregrinación. Pero después de veinticinco 
años, un alcalde del Distrito del Valle de Sama, envió a confeccionar 
una imagen de la Virgen, para que los habitantes tuvieran su propia 
Virgen en este Valle y no hagan el viaje hasta Las Peñas, 
comprendiendo que en esos tiempos, las relaciones entre ambos 
países no estaban del todo sólidas. Es así, que desde hace cincuenta 
años aproximadamente, La Virgen de Las Peñas, es La Santa Patrona 
del valle de Sama, especialmente de los pueblos de; La Yara, 
Buenavista y Miraflores. Como algo particular y familiar, podemos 
agregar que estos nombres, son iguales sectores antiguos de algunas 
parcelas y sectores del valle de Azapa. 
Actualmente, podemos darnos cuenta los días que se celebra esta 
fiesta en el valle de Sama, en la cual, llegan muchos fervientes 
devotos, de esta virgen y veremos que la gran mayoría, son familias 
afrodescendientes antiguas del pueblo, en especial personas mayores 
de sesenta años, que siguen su tradición y fidelidad a su Santa 
Patrona, pero que hoy ya no viven en el valle, sino en la ciudad de 
Tacna, producto de su salud, pero igual así, no olvidan nunca ir a; 
saludarla, cantarle y venerarla, en las fechas de su celebración. ARTE CULINARIO 
Debemos comprender que nuestros ancestros africanos y africanas, 
que llegaron a estas tierras, tuvieron que reinventar su dieta 
alimenticia, de acuerdo a lo que el Amo le imponía, siendo este tipo de 
dieta, según lo que el Amo desechaban, o lo que quedaba de las 
sobras, en donde las mujeres esclavizadas, mostraron sus habilidades 
culinarias, reinventando y experimentando nuevos platos, que se 
mezclaban con el aporte culinarioancestral traído desde África. 
Es importante poder aclarar, que algunas veces, nuestros ancestros 
eran conscientes, que ciertas de aquellas “sobras”, que el Amo 
botaba, especialmente de los animales, como son; las viseras, el 
hígado, la guata, contre, las tripas y grasas, en general, las utilizaban 
en la tierra ancestral africana, como parte de su dieta alimenticia, 
dentro de sus comunidades. 
Las comidas han sido parte importante de las diversas costumbres y 
tradiciones, de la identidad y cultura afrochilena. En esta expresión, 
podemos relacionar muchos platos típicos de esta zona, que se 
preparaban y que hoy, han ido desapareciendo o algunos, le han 
cambiado de nombre. El arte culinario es una de las manifestaciones 
en las cuales los, y especialmente las mujeres afro, han marcado 
claramente, aspectos que describen nuestra identidad negra en esta 
zona. 
A continuación, describo algunos platos que se han rescatado por 
nuestras abuelas afrodescendientes; 
Camote: existían dos tipos de camotes; el morado y el blanco, también 
se le llama; “la papa azapeña”, ya que antiguamente era parte 
fundamental de la dieta alimenticia de las familias, tanto al desayuno, 
almuerzo y la once. Esta papa azapeña, se podía preparar; frita, 
cocida en agua, acompañada con un tazón de té con yerbaluisa y un 
poco de aceituna. De igual forma, se podía preparar camote guateado, 
al dejarlo en un hoyo donde estaba el fogón y con el calor de la tierra, 
salía el famoso camote guateado, y por ultimo, esta papa siempre se le agregaba a las comidas como era; el cebiche, el asado de chivato, 
etc. 
Arroz Moreno: Este plato era hecho con arroz y aceitunas picadas, 
acompañada con aceite de oliva, se le decía arroz moreno puesto que 
el arroz al granearse junto con la aceituna, alcanzaba un color oscuro. 
Mondongo: Plato que se preparaba con la guata del vacuno o cordero, 
acompañado con papas, yaita y arroz. En América, los europeos, 
botaban todo lo que era las viseras; la guata, el hígado, el contre, etc. 
ya que lo encontraban asqueroso. En cambio, los africanos esclavos, 
recogían gran parte de este tipo de carnes y las preparaban para sus 
hijos y a toda la comunidad. Según la antropóloga africanista, Sheila 
Walker, el mondongo ha existido y sigue existiendo en las dietas 
alimenticias, de muchas comunidades africanas, siendo la palabra 
“Dnongo” el nombre original. 
Papa a la huancaína: Si bien este plato es reconocido por el arte 
culinario peruano y a su vez, comprendiendo que Arica fue parte de la 
republica peruana, podemos darnos cuenta, que este plato tiene 
mucha diferencia entre el que se hace en el Perú, con el que se 
prepara en Arica, ya que por ejemplo; el de Perú, se hace con; ají, 
queso, aceite, galleta de soda y leche liquida, transformándose en una 
crema semi liquida, en cambio la de esta zona, especialmente en 
Azapa, se hace preparando un pino que lleva cebolla, ají o locoto, mas 
otros condimentos que le dan el sazón y en vez de echarle galletas de 
soda, se le hecha maní molido, quedando así, una pasta semi gruesa. 
En síntesis, las dos formas se diferencian por medio del paladar, su 
preparación, ingredientes y lo visual. 
Picante de Gallina: Este plato tiene la base de lo que es el picante de 
mondongo, sobre todo en sus aderezos con mucha sazón. Este plato 
es acompañado con arroz blanco y con mucho ajo. Hoy en día vemos 
que el picante de gallina se desmenuza, pero originalmente, nuestras 
abuelas los preparaban en trozos pequeños. 
Picarones: Según los abuelos; “no hay ninguna negra que no haga tan 
ricos los picarones”. Los picarones son una masa de harina con 
zapallo y salmuera, en la cual se fríen y luego se le pasa un jugo de 
chancaca. También se les llamaban buñuelos. Una de las técnicas claves para sacar unos buenos y ricos picarones, está en el momento 
de preparar la masa, que tiene que ser batida con la mano en un tiesto 
grande, en donde el golpe sincronizado y rítmico del brazo y la mano 
hacia la masa, es clave para que esta pueda subir de volumen, luego 
de haberla dejado reposar por unas horas bajo el sol. 
Plátano frito: Este se preparaba con el plátano morado, que hoy en 
día se ha ido desapareciendo de estos lugares, este plato era 
acompañado con arroz y ensaladas y en otros platos típicos. De igual 
forma, frito y no frito, se le preparaba con pan. 
Guarapo: trago que se sacaba del jugo de la caña de azúcar y que se 
dejaba fermentar 5 a 7 días, hasta obtener su grado de alcohol. Según 
cuentan, este proceso lo hacían a escondida del patrón, ya que ellos 
desconocían este trago. Para darle un gusto bueno, se le echaba unas 
hojas de yerbaluisa y en algunas ocasiones, hoja del árbol llamado 
pimiento, que también se le llama “molle”. 
Caliente: trago que se tomaba para las fiestas de la cruz de mayo, 
este trago estaba hecho con; agua, azúcar, canela, anís, clavo de 
olor, té y cocoroco (alcohol hecho de la caña de azúcar), se hace 
hervir el agua con la canela, el clavo de olor con el anís y el azúcar, 
luego se prepara el té bien cargado, se vacía el té en el agua caliente 
y se revuelve, luego se le hecha de a poco el cocoroco. Por lo general se toma a media noche o al alba. 
Los tamales: estaban hechos de maíz molido, acompañado de un pino 
(cebolla, aderezos), envuelto con la hoja de plátano, preparados en los 
hornos de barro. 
Porotos con arroz: actualmente, este plato es uno de los pocos que 
se mantienen hasta hoy en esta zona, que consiste en preparar 
porotos cocidos solos y sus aderezos, como la lonja de chancho y 
acompañado con arroz graneado, claro que hoy en día, producto de la 
chilenización, a los porotos se les agregaron los tallarines (conocidos 
como riendas) y el tocino o los fideos cabellos. Este plato hoy en día 
se le reconoce como parte del norte, pero sus orígenes son de las 
familias afrodescendientes. Los fréjoles también han sido parte de la 
dieta alimenticia de las culturas africanas. De igual forma, a la lenteja y 
a los garbanzos, las familias afrodescendientes les agregan el arroz 
graneado. Por ultimo, podemos decir que por las tardes o al día 
siguiente, si quedaba del almuerzo, las familias mezclaban el arroz 
junto con los porotos y los calentaban revolviéndolos constantemente, 
a esto podemos decir que de ahí nace otro plato. 
Sango: Este consistía en Moler maíz en un Batan (piedra), para luego 
freírlo con manteca de cerdo, mas canela, chancaca, pimienta y clavos 
de olor. 
La Chanfaina: Plato tipo guiso, compuesto en base de carne o res del 
pulmón, hígado y corazón del chivo o el cordero, acompañado con 
mucho sazón de ajo, cebolla, apio, zanahoria y condimentos. Para 
preparar la chanfaina, se debe dejar sancochar con vinagre y agua 
para suavizar su sabor. El Chancho Adobado: este plato consistía en poner al fuego una paila 
grande, con un poco de aceite y empezar a sellar las presas del 
chancho, agradándole un sin fin de adobos, dándolo vuelta cada rato, 
hasta su cocimiento completo. Este plato por lo general se preparaba 
para las fiestas de la cruz de mayo. 
Es así como, la gastronomía afro ariqueña, de lo dulce y lo salado, de 
la fritura a lo guateado, fueron formando la identidad de nuestras 
comidas, que hoy en día se siguen manteniendo en nuestras familias. 
Si bien es cierto, existen muchas mas que no se han contado aquí en 
este libro, como son; el pescado frito guateado, el ají de gallina, el 
bofe, las humitas al estilo negro, etc. Se hace necesario poder seguir 
investigando y profundizando más de este arte ancestral, que hasta 
hoy nuestras negras, siguen transmitiendo a sus descendientes


El término afrocolombiano se utiliza para denominar a las personas de raza negra que habitan en Colombia, descendientes de aquellos que fueron raptados de su África natal e importados como esclavos por los colonizadores españoles. Ganaron la libertad en 1851 tras la abolición de la esclavitud en Colombia. Desde su llegada han contribuido enormemente a la cultura del país.
Hacia mediados del siglo pasado la población negra se encontraba en su mayoría en las dos costas: en los departamentos del Pacífico Chocó, Valle, Cauca y Nariño y en los de la costa Atlántica en Bolívar, Atlántico, Magdalena. En el último medio siglo un sector numeroso de la población negra se ha asentado en las principales ciudades del país.
Según el Departamento Nacional de Estadística en el censo de 2005, se auto rreconocieron como afrocolombianos, negros-mulatos, raizales y palenqueros un total de 4.533.951 personas, que representaban el 10.6% de la población del país que es de 42.888.592 personas. Las cifras de atuoreconocimiento indican también que un 72% de la población negra se localiza en las cabeceras municipales.Las ciudades con la mayor población negra eran Cali: 542.936, Cartagena 319.373, Buenaventura 271.141, Barranquilla 146.538, Medellín 137.988, Tumaco 129.491, Quibdó 100.007, Turbo 99.274, Bogotá 97.885, Riohacha 44.841. Sin embargo estas algunos expertos opinan que la población real afrocolombiana puede ser algo mas del doble de esa cifra.
A la música colombiana han contribuido géneros tan importantes como la cumbia, el vallenato, el currulao y la champeta. Entre los músicos afrocolombianos se destacan Joe Arroyo, Piper Pimienta, Alejandro Durán, Totó la Momposina,Leonor Gonzalez Mina (la negra grande de Colombia), Calixto Ochoa y Alexis Lozano, así como Jairo Varela y su internacionalmente reconocida agrupación salsera, el Grupo Niche
También algunos de los mejores deportistas colombianos han sido negros. La levantadora de pesas María Isabel Urrutia ganó la única medalla de oro olímpica para Colombia; Willington Ortiz, Faustino Asprilla, Luis Carlos Perea, Adolfo Valencia "El Tren", y Freddy Rincón fueron futbolistas reconocidos internacionalmente; Kid Pambelé, Rodrigo Valdés, los hermanos Prudencio y Ricardo Cardona, Fidel Bassa, Tomás Molinares y Rafael Pineda, entre otros, fueron campeones mundiales de boxeo. El ex entrenador de la selección colombiana Francisco Maturana también es afrodescendiente.
En el campo de la política se destaca la senadora antioqueña Piedad Córdoba. Igualmente se destaca en la política la deportista María Isabel Urrutia que después de abandonar la actividad deportiva se ha destacado como líder política siendo elegida como representante de los afrocolombianos en la Cámara de Representantes. También el comentarista deportivo y político, Edgar Perea.
Durante casi dos siglos, la historia que se enseñó en las instituciones educativas desconocía por completo los aportes y los logros de los afrocolombianos. En los textos de enseñanza sólo se decía que venían de África como esclavos y que hoy en día habitaban las zonas más pobres del país. Sin embargo, la historia del pueblo afrocolombiano es tan larga y compleja como la de su propio país. Desde las primeras rebeliones, su colaboración (y resistencia) a la causa libertadora, el esfuerzo por crear el Departamento del Chocó como entidad autónoma, hasta el establecimiento de la Cátedra Afrocolombiana y el reconocimiento del Palenque de San Basilio como Patrimonio de la humanidad, sus logros y sus luchas han sido tan continuas como invisibilizadas.
Llegada del Negro al Chocó
La esclavitud no era algo nuevo para los fundadores españoles. Desde hacia muchos años en Europa existía la esclavitud, así que los españoles estaban acostumbrados a este sistema de comprar y vender seres humanos. Sin embargo solo después de 1600 los esclavos empezaron a ser importados en gran escala. Entre los primeros pedidos de esclavos, tal vez el primero en el Chocó, se encuentra una carta de novita escrita en 1590, que dice:
En la gobernación muy rica, todo el oro y no le faltaría la plata si tuviese brazos que la meneasen, el oro se halla en ríos, en criaderos, en peladeros, en vetas. Suele hacer tropezones riquísimos, es grande la suma de oro que se ha sacado de esta provincia, porque toda ella está milagrosamente lastrada de oro y no hay río ni quebrada que no lleve buen oro y de seguir. Por ser tierra caliente y los indios bebedores y por otras causas han faltado, de manera que en cien lenguas no hay diez o doce mil indios y estos están en Popayán, Cali y pasto por ser tierras con climas benignos, de manera que novita, Neguá y Bebará son muy faltos de indios y se va la tierra a acabar a mas andar, porque ya en lo de lloró y citará se encuentra despoblado y así se entiende; los indios se acabaran muy pronto. Tienen un adversario grande que es la gente de guerra que come carne humana, que baja a pelear y comer a los muertos de paz, no sin grande afrenta de los españoles. A esta causa la tierra está despoblada e inhabitable, porque hay tigres, osos, leones que también hacen sus saltos en indios.
Respuesta: no hay otro medio para sacar un tesoro tan grande como lo hay en el Chocó sino procurar poblarle con negros cazados en colonias que aunque sean esclavos han de ser ascripticios a los metales en forma de pueblos, de que resultará un provecho muy grande sin daño de nadie en útil de todos.
Los negros no reciben agravios porque les será muy útil a los míseros sacarlos de guinea, de aquel fuego y tiranía y barbarie y brutalidad en donde sin ley ni dios viven como brutos salvajes, llevados a tierra mejor sana, para ellos abundante, alegre, para que mejor se conserven y vivan en policía y religión, de que conseguirán muchos bienes temporales, y lo que mas estimo, espirituales: que porque la nación de los negros es muy capaz de ellos, será sumo beneficio, si se les considere, en injuria denegándoles. Y en ese discurso lo menos es el interés de la población y cultivar las minas con lo que se pretende del útil de los negros mismos, cuyos tutores, como sean los reyes cristianos de Portugal, deben atender al pro y útil universal suyo, por ser estos ignorantes, tanto necesariamente se les ha de proveer de estado temporal y espiritual, en que me allego al voto de don Francisco Jiménez en lo que el reino de granada, y como ignorante no haga escrúpulo de sacar como quiera negros y guineas para los cristinos; y como va cristino un negro me alegro con San Pablo, aunque sea la servidumbre la ocasión, y tengo la por dichosa cuando acarrea al racional tanto la felicidad que se le pone en camino la salvación, y aunque el hombre es siervo y esclavo ofende las orejas pías este negocio, con beneficio de las leyes de la partida y con igualdad de la justicia castellana, se ha mudado de manera que ser esclavo es como lujo, como compañero y familiar que se le hace sumo beneficio al que le da la ley, amo y padre y señor.
Y ya no había de ser favorable la libertad entre nosotros cuando esta ha vuelto en daño de los hombres que fueron esclavos que, careciendo de amo y patrón, mueren viviendo y con sumas necesidades, viviendo a suma miseria y pobreza mayor que la que tuvieran en la servidumbre si en ella perseverara, de que resuelvo cuan poco escrúpulo hay si doy orden de que sean estos bien tratados y sea como compañía entre el dueño y otros, donde ellos pongan el sudor y manos y ejercicio tolerante y moderado, y el amo los instrumentos, y el oro que se sacaban sirva para el sustento.

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