martes, 4 de junio de 2013

GEOGRÁFICAMENTE 4 ETNIAS COLOMBIANAS

INDÍGENAS

El pueblo indígena camëntšá biyá, se ubica al suroccidente de Colombia precisamente en el Valle de Sibundoy Departamento del Putumayo.

Según cuentan los táitas y mámas (ancianos de la comunidad), desde tiempos inmemoriales los camëntšá  han habitado sobre el valle, donde; a través del tiempo la mayoría de los indígenas se asentaron en el municipio de Sibundoy, especialmente en la parte plana y sobre las siguientes veredas: Llano Grande,  San Félix, Cabuyayaco, Leandro Agreda, Sagrado Corazón de Jesús, San Agustín, Tamabioy, Las Palmas, La Cumbre, El Ejido, Las Cochas y una mínima parte en la zona alta del municipio, algunos habitan en la municipalidad de San Francisco y pocas familias en Colón y en la inspección de San Pedro.
La comunidad indígena camëntšá de acuerdo  al  último censo poblacional del año 2007, cuenta con una población de seis mil (6.000) indígenas aproximadamente.
Según las narraciones de los táitas y las mámas, manifiestan que el valle de Sibundoy antiguamente era una inmensa laguna, afirmación que se puede evidenciar en los humedales y otras zonas pantanosas; por ello la comunidad vivía sobre la parte alta del valle. Con el rompimiento del sistema montañoso del cerro patascoy y por su carácter volcánico, hizo que las aguas se trasladaran y formaran lo que actualmente se conoce como la laguna de la cocha ubicada en el corregimiento del Encano, Departamento de Nariño.
La primera noticia sobre la existencia del valle de Sibundoy data sobre el 15 de febrero de 1.535, fecha en que entraron al valle para una rápida correría de veinte días (los exploradores en busca del dorado), Juan de Ampudia y Pedro de Añasco, tenientes de Sebastián de Belálcazar, al mando de treinta soldados de caballería y sesenta de infantería y una buena tropa de yanaconas o indios auxiliares.
Siete años después, a finales de 1.542 finalizando el siglo XIX fue la segunda  entrada de los españoles al valle y que estuvo comandada por los capitanes Pedro Molina, Alonso del Valle  y Hernán de Cepeda. Al siguiente año arribó al mismo Hernán Pérez de Quesada, encontrando un valle habitado por indígenas quiénes a este lugar le llamaban  tabanoy  que significa “pueblo grande”.
Los conquistadores, trataron de establecerse sin resultados debido a la resistencia y oposición de los aborígenes. Sin embargo durante esta época los visitantes adelantaron su proceso de conquista despojando a los indígenas de sus tierras y pertenencias, lo cual ha repercutido en las difíciles condiciones de supervivencia socio culturales debido a la carencia de tierras propias aptas para el trabajo y por ende la subsistencia de la comunidad con su propia idiosincrasia.
Además cabe resaltar que durante el proceso de evangelización no se tuvo en cuenta el testamento de Carlos Tamabioy en el año de 1.700, miembro y cacique de la comunidad de aquellos  tiempos; en el cual, como dueño y señor  legítimo deja las tierras del valle de Sibundoy  a los camëntšá  como patrimonio de las futuras generaciones.
De acuerdo al testamento del cacique Carlos Tamabioy el patrimonio que constituyen a la comunidad camëntšá   es todo el valle de Sibundoy  y lo que hoy en día es Aponte Nariño, sin embargo  éste valioso documento no se tuvo en cuenta en el proceso de evangelización, los misioneros se adueñaron de las mejores tierras sometiendo al indígena a costumbres y valores que no le eran propios.


AFRODESCENDIENTES

COAFRO
La forma en que los afrodescendientes se han ubicado en una zona u otra del territorio colombiano ha dependido de estrategias de emancipación o huída, poblamiento y establecimiento de comunidades libres en gran parte de la geografía nacional. Aun hoy en día, la apropiación de espacios por parte de los afrocolombianos se hace de manera espontánea y creativa, y responde a destrezas para la supervivencia física y cultural.   En el Departamento del Atlantico, estas comunidades las podemos encontrar en los siguientes territorios como: Puerto Colombia, Barranquilla, Soledad, Galapa, Tubará, Malambo, Juan de Acosta, Baranoa, Sabanagrande, Polonuevo, Santo Tomas, Usiacuri, Piojo, Cienaga del Totumo, Palmar de Varela, Ponedera, Sabanalarga, Luruaco, Repelón, Embalse Guójaro, Candelaria, Manatí, Campo de la Cruz, Suan y Santa Lucia. Las localidades afrodescendientes en el litoral Caribe se formaron a partir de núcleos de esclavizados africanos cimarrones donde los rasgos culturales de sus lugares de origen perviven con mucha fuerza. Otros poblados de la región, se han formando de un intenso proceso de mulataje, donde las huellas de africanía conviven con rasgos culturales provenientes de otras sociedades. Estas comunidades, hoy día, están ubicadas lo largo y ancho de las tierras costeras que van desde el golfo de Urabá al noroeste de Antioquia, hasta la península de la Guajira, incluyendo los departamentos de Sucre, Córdoba, Bolívar, Atlántico, Magdalena y Cesar. El paisaje se caracteriza por el inmenso mar Caribe que rodea la región, en el cual confluyen ríos, caños, arroyos, ciénagas y extensas áreas de humedales. Los climas que la constituyen son variados y se caracterizan por la gran diversidad de flora y fauna.

Por su parte, el departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina esta compuesto por una vegetación exuberante de bosque tropical seco en su transición al bosque húmedo tropical. Las islas están pobladas por árboles maderables y mangles de varias especies. San Andrés, está cubierta por palmeras de coco y Providencia y Santa Catalina, por una flora variada y algunos sectores de bosques nativos. Además, hay plataformas, arrecifes de las Islas y Cayos, ricos en productividad biológica, aunque existe un área compuesta por aguas oceánicas desérticas y vacías.

La población afrodescendiente de las islas arribó en 1633 cuando un pequeño número de esclavizados fue conducido desde la Isla Tortuga, por los puritanos ingleses que se habían asentado con el propósito de crear una nueva sociedad de base religiosa calvinista dedicada a la producción agrícola; especialmente al cultivo del tabaco, caña de azúcar, índigo y algodón. Desde entonces su número creció en forma constante; traídos principalmente por piratas y contrabandistas. En la costa Pacífica, los afrodescendientes han poblado la mayoría de la región conocida como Chocó Biogeográfico. Allí, el proceso de mulataje ha sido menor que en el Caribe y el desarrollo de las vías de comunicación es aun hoy bastante precario. Estos rasgos han implicado que la región sea un lugar privilegiado para la manifestación y pervivencia de huellas de africanía. En cuanto al paisaje, la región comprende la franja costera, lluviosa y húmeda de los departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Desde el punto de vista de su configuración geográfica y cultural, podemos identificar dos áreas diferenciadas, cuya única frontera es el cauce del río San Juan. La zona centro-norte se caracteriza por tener costas en ambos océanos y grandes cuencas hidrográficas, en las que los afrodescendientes realizan actividades de laboreo minero y pesca. La centrosur es un área de selvas húmedas y llanuras, atravesadas por diversos ríos que forman esteros y manglares.   En cuanto a las áreas de migración reciente se pueden identificar núcleos de población afrodescendiente en sitios marginales de ciudades como Cali, Medellín y Bogotá. Esta población pertenece a sectores que en distintos momentos de la historia nacional han tenido que desplazarse hacia las grandes metrópolis, debido a la intensificación de los conflictos o en busca de mejores condiciones de vida. La mayoría de inmigrantes se han venido estableciendo en zonas de alto riesgo, por su geografía empinada y de difícil acceso para la cobertura de servicios públicos.

ROM

Los gitanos, romaníes, zíngaros o pueblo gitano es una comunidad o etnia originaria del Subcontinente Indio, que data de los Reinos medios de la India, con rasgos culturales comunes aunque con enormes diferencias entre sus subgrupos. Se encuentran asentados principalmente en Europa, ya que de hecho son la mayor minoría étnica de la Unión Europea, aunque están presentes también, pero en menor proporción, en el resto del mundo.

Diversos estudios linguísticos y genéticos ubican el origen del pueblo Rrom o gitano en el nordeste de India, específicamente en la región de Pundjab. Durante toda su historia se han caracterizado por ser un pueblo itinerante: existen testimonios sobre una primera diáspora hacia el año mil, que los llevó de la India hacia otras regiones, por un lado a Medio Oriente y Asia, y por otro a África, Europa y de allí a América



























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